Seis secretos infalibles para dejar de procrastinar

En más de una ocasión, nos gustaría ser mucho más productivos. ¿No es cierto? Tendemos a tener una larga lista de tareas, y sin embargo, elegimos ver cómo pasan los minutos sin empezar a hacerlas. ¡Menudo desastre! Muy pocas personas vencen la pereza y lo ponen todo de sí para terminar lo antes posible. ¡Para qué mentir! Pero este domingo, 12 de marzo, queremos que le pongas solución a este problema con estos seis secretos infalibles para dejar de procrastinar.

¿Qué es procrastinar?

La procrastinación es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. Atendiendo a esta definición, podemos entender que aquellas tareas que son más susceptibles de ser postergadas son aquellas que no nos divierten. Y que, además, no es obligatorio realizarlas ahora mismo. La procrastinación es por tanto uno de los ladrones del tiempo con el que tenemos que lidiar en nuestro día a día.

Las consecuencias de procrastinar

Procrastinar nos provoca un aumento del estrés por acumulación de tareas pendientes, también hace que el tiempo que podamos dedicarles sea menor, haciendo que la calidad en ocasiones disminuya. El sentimiento de culpa aumenta, por dejarlo para más adelante, y también lo hace la sensación de pérdida de tiempo.

Seis secretos infalibles para dejar de procrastinar

Cambia el  ‘tengo que’ por el ‘quiero’

No creerás que este truco provoque efectos positivos, pero lo cierto es que lo hará. Prueba a cambiar ese terrible ‘tengo que hacer esto’ por ‘quiero hacerlo’. ¡Engañarás a tu mente! En el momento en que cambiamos esa tarea tediosa a algo que nos ayudará a subir de nivel, cambia nuestra perspectiva.

Fíjate un objetivo

Fíjate un objetivo claro para tu día. Revisa tu lista de tareas y extrae de ellas un resultado que quieras haber conseguido cuando acabe tu jornada. Saber adónde quieres llegar te hará trabajar más concentrado y esforzarte más para obtener la satisfacción del objetivo conseguido. Saber que la consecuencia de procrastinar será dejar el objetivo sin completar será un aliciente potente para que rindas al máximo. Procura que tus objetivos sean SMART para que puedas comprobar sin ambigüedades si los has conseguido o no.

No busques la perfección

La mayoría de los procrastinadores son demasiado perfeccionistas. Adoptan una mentalidad de todo o nada: si no soy perfecto, soy un fracaso total. Si no soy un ganador, soy un perdedor. Creen que sus calificaciones, evaluaciones, clasificaciones u otras medidas determinan su valor como persona, pero esto es una mentira.

Establece un tiempo para dedicar a cada tarea

Asigna un tiempo a cada tarea. Analiza tu lista y trata de completar cada tarea en el tiempo que has designado para ella. Puedes usar una herramienta de registro de tiempo como toggl (es la que yo uso) que tiene versión gratuita y te permite controlar cuánto tardas en realizar cada trabajo. Con el uso, irás afinando y te será más fácil estimar lo que tardarás en hacer cada cosa. Recuerda que es muy importante este paso, ya que de lo contrario puedes caer en la dinámica de la Ley de Parkinson, que dice que cada tarea puede expandirse hasta ocupar todo el tiempo disponible. Acotar bien tus tareas y asignarle un tiempo ajustado al realmente necesario para completarlas evitará esto y te hará más eficaz y productivo.

Frente a la procrastinación, no estás solo.

Si no paras de procrastinar, no estás solo. ¡Ni mucho menos! De hecho, lo cierto es que te puede ayudar y mucho. Muchas aplicaciones te ayudarán a mantenerte alejado de Instagram y concentrado en tus tareas. Incluso puedes inspirarte en el método Pomodoro: trabaja durante 25 minutos, usando alarmas, y después haz pequeños descansos para sentirte con las pilas cargadas.