Para muchos, septiembre es el 1 de enero. Un momento en el que empezar una nueva etapa. Le dicen adiós a ciertos hábitos para adoptar otros nuevos. Pongamos en la lista algunos ejemplos típicos que nos solemos plantear tras las vacaciones de verano, como comer de forma saludable o empezar a hacer deporte. Te suenan, ¿verdad? Estamos a principios de septiembre, por lo que si ya has empezado tu cambio estarás ‘a tope’. ¡Es normal! Pero mientras van pasando los días… solemos ir flojeando. Te propondrán ir a tomar unas cañas en vez de ir al gimnasio y vale, la primera vez  diremos un no rotundo, pero después, la canción va cambiando, y bastante. Si este año quieres mantener tus nuevos hábitos tras el verano, esta vez de verdad de la buena, aquí te traemos las claves. Solo tienes que leer, apuntar lo más importante y hacer lo que te indicamos. ¡Sorte on!

Lo primero que tienes que tener en cuenta es tener claro tu objetivo y la razón. Apúntala bien en un hoja en blanco por si se te olvida. Debemos ajustar las expectativas que tenemos y plantearnos un objetivo que podamos conseguir, porque si no es así, perderemos toda la motivación con los días. La clave es plantearnos objetivos más fácilmente alcanzables a corto plazo y mientras los vayamos consiguiendo, ahí sí, podremos plantearnos una nueva meta. Y para conseguirlos, lo mejor es atender a una motivación intrínseca, ya que las probabilidades de éxito son mucho mayores. Ahora bien, es hora de plantificar cuándo y cómo vamos a llevar a cabo el nuevo hábito, porque… ¿para qué vamos a plantearnos ir al gimnasio si no tenemos tiempo real? Hazte un horario y mueve los quehaceres de tu día a día para consegir tu objetivo. Recuerda que este año lo vas a conseguir 200%. Y por último, pero no menos importante, tienes que elegir pequeñas recompensas que podamos concedernos conforme nos vayamos acercando a nuestra meta. ¡Porque te lo mereces!

Los objetivos siempre están ahí, pero no siempre se consiguen. Si no quieres repetir los mismos errores, échale un vistazo a cosas que, seguramente, no fueron buena idea. ¡Ahí van! No hay que ser demasiado ambicioso. Miremos nuestro objetivo pero desde los pies en la tierra. ¡Es muy importante! Vendrán días duros en los que no puedas cumplir tu rutina, pero ¿y qué? No tenemos que ser tan exigentes al principio. ¡De verdad! Además, es súper importante que la atribución que realices sea externa. Es decir, cambia el “hoy ya me he saltado la rutina de ejercicio porque soy un vago” por el “hoy he tenido más dificultad porque estaba más sobrecargado”. Esto te ayudará a cumplir tu objetivo.

Puede que otras ocasiones, tampoco te hubieras planificado bien, pero ahora tienes todos los pasos para empezar nuevos hábitos saludables (y no abandonarlos). ¡Esta vez sí que conseguirás tus metas!

¡Bendito septiembre y bendito nuevo curso!