Puede que te hayas despertado un tanto agotado, un pelín más de lo habitual. No te lo explicas si tan poco te acostaste muy tarde. Pero no te vuelvas loco, ya que no es cosa tuya, sino del cambio de hora que ha tenido lugar esta madrugada con motivo del horario de verano. A las 2.00 eran las 3.00, así que en muy resumidas cuentas, has dormido una hora menos. ¡Ahora todo tiene sentido! Seguro que tienes muchas preguntas sobre este ajuste de hora, pero no te preocupes, ya que nos hemos propuesto contestarlas en este nuevo post.

¿Por qué se realiza?

La principal razón por la que se realizan estos cambios de horario (dos al año) es el ahorro de energía. Es sencillo de entender, cuando atrasamos los relojes una hora, amanece más tarde y se reajustan los horarios de la población a las horas de luz natural.

¿Cuándo se cambia la hora?

Esta madrugada nos despedimos del horario de invierno que nos llevaba acompañando desde el 30 de octubre. Estos cambios de horario siempre se hacen durante la madrugada para que los notemos lo menos posible fisiológico y económico. Se trata de una medida que afecta a toda Europa y que se realiza a pesar de que  más del 80% de la población está en contra de este cambio horario, según una consulta ciudadana realizada por el Parlamento Europeo.

El origen del cambio de hora

Nos remontamos a la Primera Guerra Mundial para conocer cuándo se hizo el primer cambio de horario en Europa. En concreto, tuvo lugar en Alemania para ahorrar carbón. Una medida que después eliminaron tras la guerra. Aunque el político Benjamin Franklin, cuando todavía era embajador de Estados Unidos,  fue el primer que estableció el cambio de hora en 1784. Hizo ese ajuste ya que a su juicio se perdían muchas horas de luz al despertarse a seis de la mañana y ver que ya había amanecido y por las noches tenía que encender las velas para continuar trabajando.

¿Cómo nos afecta?

Creemos que se trata de una de las preguntas que más nos hacemos, así que nos disponemos a responder.

 

• Afecta al ciclo de sueño. Es normal que durante los primeros días tras el cambio les cueste conciliar el sueño a las personas más sensibles, además de que se sentirán más cansados durante el día.

• Cambios de humor: Con los cambios de humor nos podemos sentir más irritables y podemos tener problemas de concentración. Los síntomas más comunes durante los primeros días son la fatiga, falta de apetito, alteraciones en el ritmo del sueño, entre otros.

• Cambios en nuestro reloj biológico. Nos sentimos un tanto desorientados, y para ello los expertos recomiendan anticiparse para evitar efectos negativos en nuestra salud como modificar el horario de las comidas para que nuestro sistema digestivo se adapte a las nuevas modificaciones. También aconsejan reducir las actividades que requieran de un mayor esfuerzo, abandonar las siestas, moderar el consumo de bebidas estimulares y no exceder el uso de los dispositivos electrónicos.

 

¿Quiénes lo notan más?

Los que más lo notan son los niños y ancianos, que suelen sufrir una sensación muy similar a la del fenómeno jet-lag hasta que se acostumbran a la nueva rutina de sueño.