Día de la tortilla de patata: 3 trucos para que quede perfecta

Seguramente es uno de tus platos favoritos. De niños nos alegrábamos un montón al escuchar: “¡A cenar, hay tortilla de patata”. Hasta corríamos por el pasillo para coger el mejor sitio. Su olor abre el apetito en un santiamén y qué vamos a decir de su sabor… ¡No puede ser más perfecto! Este plato tradicional -siempre ha estado en las mesas de las celebraciones importantes, como los cumpleaños- nos ha cautivado desde que éramos peques. Nada ha cambiado, solo que ahora debemos ser nosotros los que la preparamos.

Cada uno la hace a su manera. A algunos les gusta deshecha, a otros más compacta. También hay dos equipos claros: los que la prefieren con cebolla y la que la detestan. Una gran mayoría la prefiere sin añadidos, como champiñones, jamón o queso; a otros les chifla más. Ya sabes lo que dicen: para gustos los colores. Pero, independientemente de cómo la prefiramos, hay una serie de trucos para preparar la tortilla perfecta. Hoy, miércoles 9 de marzo, el Día de la Tortilla, nos hemos propuesto mostrártelos para que estos ‘tips’ eleven el sabor de este plato que no puede faltar en tu dieta una vez a la semana. ¿Verdad? ¡Ahí van!

Calidad de la materia prima

Para hacer una buena tortilla de patata, la mano y la preparación importan. Pero lo fundamental es contar con materia prima de calidad. Es decir, que los huevos y las patatas (los únicos ingredientes que necesitas) sean buenos. El aceite de oliva debe ser virgen extra de sabor suave. Y siempre tenemos que intentar que no esté estropeado por usarlo otras veces ni contaminado por otros sabores.

La técnica

Ya te lo hemos mencionado anteriormente, la técnica importa. Debemos intentar que nuestra tortilla no sea muy alta, que apenas esté dorada en el exterior y poco cuajada en su interior. Aunque, para qué nos vamos a engañar, uno de los mayores placeres de la tortilla perfecta reside en el interior.  ¡Cuánto nos gusta que se derrame poco a poco.

Cómo dejar el huevo en su punto

Para muchos no es agradable comer una tortilla de huevo crudo, por eso te vamos a enseñar dejar el huevo en su punto. Es sencillo, el truco está en mantenerlo líquido y cocinado al mismo tiempo y, a aunque parezca imposible, es algo que se puede lograr y que diferencia a una gran tortilla de patatas.Para ello, debes saber que el huevo cuaja entre los 61 y los 65 ºC. Si logras cocinar la tortilla entre ese rango conseguirás una textura más o menos fluida, entre lo casi líquido y lo cremoso, habiendo conseguido que el huevo esté cocinado. Es la misma teoría que la de los huevos mollet o los huevos pasados por agua. Con tres minutos la clara quedará melosa y la yema líquida, pero con cuatro la clara es más firme y la yema casi untable, por lo tanto, se puede lograr.

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