A pesar de que se trata de una disciplina milenaria, el yoga vive su época dorada. Se ha convertido en el mejor sistema de acondicionamiento físico, mental y emocional para muchas personas. Pero eso no es todo, también es un auténtico camino de autoconocimiento, en un eficaz gestor del estrés y las emociones, en una respuesta incluso a nuestras inquietudes espirituales. Una práctica que se puede realizar dónde y cuándo quieras. Ahora ya hasta lo puedes hacer en solitario y frente a la pantalla del teléfono gracias a los vídeos y aplicaciones móviles.

Reduce la ansiedad y el estrés

La práctica habitual del yoga disminuye el estado de ansiedad y el estrés de manera similar al de una terapia médica.  

En los niños mejora el rendimiento académico

Puede que nunca hayamos pensado en apuntar a nuestros hijos a yoga, pero eso no significa que no tenga beneficios para ellos. La atención a la respiración y la meditación que se incluye en la práctica del yoga, hacen posible alcanzar un estado mental más sereno, alejando nervios y estrés ante la presión de los estudios y mejorando el rendimiento.

Aumenta la flexibilidad

Puede que al principio pienses que las posturas son imposibles. Pero no te rindas tan fácil. A medida de que lo practicas le vas cogiendo el truco hasta que tú también lo logradas. Además, el yoga contribuye a potenciar la flexibilidad muscular

Fortalece huesos y músculos

Uno de los principales beneficios del yoga es fortalecer los huesos evitando la pérdida de masa ósea y potenciar la flexibilidad de las articulaciones. Además, el yoga evita que el ácido láctico se acumule en el cuerpo. Se trata de un gran antídoto natural contra la osteoporosis. 

Terapia antiaging 

Esta disciplina también previene al ADN de los daños provocados por el estilo de vida. Sí, aunque te cueste creerlo, el yoga es capaz de revertir el proceso del envejecimiento.

Quema calorías

Su práctica también quema calorías. Un ejemplo, el Vinyasa Yoga implica un gasto calórico promedio de 7 kcal/min, lo que equivale a quemar unas 507 calorías por hora. Un ejercicio perfecto para seguir una vida saludable.

Nos ayuda a respirar

El yoga nos ayudará a respirar correctamente.  En concreto nos referimos a la yóguica (denominada como abdominal o diafragmática), que empieza en el abdomen para continuar en la zona intercostal y terminar en la clavícula, y en la espiración sigue el recorrido a la inversa. También nos ayudará a respirar de manera profunda y a un ritmo pausado, lo que ralentiza el ritmo cardiaco y relaja los músculos.

Reduce los niveles de colesterol en sangre

La práctica asidua del yoga ayuda a controlar la presión arterial y la acumulación de la grasa en las arterias; lo que palia la posibilidad de sufrir un accidente cardiovascular.

Contribuye a aliviar dolores crónicos

El yoga ayuda a paliar la mayoría de los dolores crónicos como el dolor de cuello, la artritis reumatoide, dolor de rodillas, lumbalgia, dolor de espalda crónico, ciática o fibromialgia.