Un tartar fresquito para chuparse los dedos

El calor que estamos viviendo estos días es objeto de todas las conversaciones. ¡Y normal! Nos estamos derritiendo literalmente. Os damos algunos de los consejos más valiosos para lidiar con las altas temperaturas: pasar los días en sitios fresquitos, como Max Center; beber mucha agua y cubrirnos la cabeza con un turbante o un sombrero de pescador. Pero hay más, también tenemos que optar por opciones frescas a la hora de comer. Nuestro plato favorito en estos casos suele ser la ensalada o un delicioso gazpacho. ¡Ñam! No obstante, hemos venido a sorprenderte. Sal un poco del menú tradicional de tu casa y preparar un tartar fresquito para que tu familia y tú os chupéis los dedos. Ponte el delantal y música de fondo, que empezamos.

Existen muchos tipos de tartares, desde la versión con cerezas hasta la que incluye huevo frito y trufa, una combinación que nunca falla. Pero en esta ocasión nos hemos decidido por un tartar con langostinos, aguacate y mango. Qué bueno,  ¿verdad? Una receta deliciosa, saludable y muy fácil de preparar.

Ingredientes

 

  • 220 gramos de langostinos
  • 2 aguacates
  • 1 mango
  • 1 limón
  • 1 cebolleta pequeña
  • 30 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Tabasco rojo
  • Pimienta negra
  • Sal gruesa

 

Preparación

El primer paso es preparar los langostinos. Le quitamos la tira negra de dentro, ya que si no lo hacemos estropeará su sabor. Hay que hacerlo con cuidado para que no se rompa. Una muy buena opción para conseguirlo es hervirlos durante treinta segundos. Lo común es servirlos crudos.  Ahora hay que cortarlos en trozos.

Segundo paso, trocear los dos aguacates y el mango en forma de dados. También hay que pica muy fina la cebolleta. Cuando todos los ingredientes estén listos, se mezclan en un recipiente y se les añade el aceite de oliva virgen extra, el zumo del limón que ha sido previamente exprimido, cinco gotas de tabasco rojo y la pimienta negra molida.

Después de que todo quede bien integrado, se servirá al estilo clásico tartar, es decir, con la ayuda de un molde o aro de metal. Si no se dispone de estas herramientas para emplatar, también pueden fabricarse de forma casera con un cartón de leche o una botella de plástico.

No obstante, probablemente lo más sencillo consistirá en recurrir a un simple vaso, pero conviene untar su interior muy ligeramente en aceite para que la mezcla se deslice correctamente. Para terminar, se añade la sal gruesa y se coloca un par de langostinos enteros para coronar. A disfrutar.

On egin!